Entre Los Surcos…

SCSA con números alegres

Por César Villalobos López

“No tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre”, raza un viejo refrán que nos sirve para ejemplarizar lo que ha venido ocurriendo en el Congreso del Estado con la glosa de la gobernadora Marina del Pilar Avila Olmeda.

En esta ocasión nos referiremos a la presencia del arquitecto Juan Melendrez Espinoza, titular de la Secretaría del Campo y Seguridad Alimentaria, de la cual, los diputados, en un comunicado oficial mencionan: “Destaca inversión en actividades agrícolas, pecuarias y forestales” y que “La SCSA, cuenta con 5 viveros en el Estado, los cuales producen 100 mil árboles al año”. 

Los dos aspectos parecen ser muy relevantes, solo escuchando al arquitecto secretario exponiendo que: “en lo que va de la presente Administración Estatal, se han aplicado un total de 200 millones de pesos, en programas que han impulsado el desarrollo agropecuario y Forestal de la entidad, fortaleciendo las cadenas productivas, cuidando la sanidad e inocuidad agroalimentaria, aprovechando al máximo los recursos, capacitando y acompañando en el uso de tecnologías, entre otras acciones”

Hasta ahí todo bien, especialmente porque ninguno de los legisladores de la Comisión de Agricultura que encabeza Manuel Guerrero Luna le pidió datos pormenorizados cuales son los programas y los beneficiarios en el desarrollo agropecuario y forestal, tampoco le solicitaron identificar las cadenas productivas y cuales han sido los resultados.

Sobre la sanidad y la inocuidad, la gobernadora omitió, seguramente porque el arquitecto secretario no se lo informó, o Marina lo ocultó, lo que sería más grave, el asunto de la gestoría para recuperar del USDA -Departamento de Agricultura de los Estados Unidos- el reconocimiento como zona libra de garrapata y brucelosis, perdido en el gobierno de la 4T y que impide que los pequeños ganaderos exporten sus animales hacia el país del norte.

Lo cuestionable es que primero el gobierno de Jaime Bonilla Valdez, por gestoría del presidente de la Comison de Agricultura del Congreso, en ese entonces a cargo del arquitecto diputado Juan Melendrez Espinoza  y por conducto de la Secretaría del Campo, apoyo económicamente a la Unión Ganadera Regional presidida por Gustavo Rodriguez Cabrales, quien a su vez preside el Comité de Protección Pecuaria, organismo que no realizó los trabajos de seguimiento e información requeridos por el USDA, lo que provoco el desconocimiento de zona libre para la exportación de ganado. 

Ya en el gobierno de Marina del Pilar, de nueva cuenta, la Comisión de Agricultura aprobó una partida que, el arquitecto secretario entregó nuevamente a Rodriguez Cabrales, una partida para los organismos que preside, pero nada se sabe del avance de los trabajos que deberían de realizarse en materia de zoo sanidad.

Entre el arquitecto secretario y el doble presidente al que nos referimos existe una gran similitud, cuando hacemos alusión a situaciones, como esta, o a los créditos a la Unión Ganadera, no pagados al Fogabac, en donde a nosotros no nos dan ninguna respuesta, de inmediato utilizan “comunicadores a modo” para emitir sus versiones sobre el tema, pero nunca se refieren a lo señalado y con ello cree que desvirtuaron lo publicado, sin dar soluciones a las irregularidades.   

“Se han destinado 9 millones 100 mil pesos para apoyar a 61 unidades de producción agrícola, con conceptos como maquinaria, equipo, sistemas de riego y labores agrícolas”, sin identificar a quienes los recibieron, lo que se presta para duplicar apoyos a una sola persona. 

“Con los programas de Huertos y de Granjas Familiares, hemos apoyado el desarrollo de zonas rurales, con la entrega de 6 mil gallinas en edad de postura, beneficiando a 324 familias, con un recurso de 1.5 millones de pesos; también apoyamos a 60 familias con la entrega de mil semillas de hortalizas, 25 kilogramos de fertilizante y 20 de composta por paquete, invirtiendo 120 mil pesos”, informó el funcionario estatal.

Estos programas, se ha demostrado que son de autosuficiencia, poque al poco tiempo, las gallinas fueron consumidas en caldo o moles y el hoy secretario hizo esta misma promoción desde el Congres del Estado y bastaría que haga una visita a las supuestas granjas para verificar su inexistencia. 

Meléndrez Espinoza presumió: “Baja California es el único Estado a nivel nacional que garantiza que su población consume huevo fresco y de calidad”, omitiendo mencionar que ese producto, por su tamaño y peso, no cumple con la Norma Oficial Mexicana, por lo que el consumidor paga la ineficiencia de las granjas avícolas, al comprar el huevo por docena y no por kilo. 

Agregó que “En el primer año de Administración, se han certificado 243 mil toneladas de productos pecuarios, siendo 119 mil 440 toneladas de huevo fresco para plato”, sin mencionar que, en el caso del huevo, el negocio de la certificación es la venta de etiquetas a los avicultores, con la identificación de huevo AA, sin ninguna porque no tienen instalaciones con capacidad para hacerlo.

En su intervención el diputado Manuel Guerrero Luna, comentó que por su parte se encontraba muy complacido con toda la información vertida en el transcurso de la glosa, y enfatizó la importancia de fortalecer a esta Secretaría con un mayor presupuesto, resaltando que aun con poco recurso se ha logrado optimizar y obtener grandes resultados.