Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo extraordinario de lo cotidiano…

Llegué a los 50

Por Gladys Villalobos*

En el mes que hoy concluye cumplí 50 años. Los recibo con gozo, gratitud, optimismo y, sobre todo, con la humildad y conciencia de que la vida es única e irrepetible, que soy la responsable de mi hacer y no hacer, de mi bienestar y de la forma en que decido vivir.

Cuando te acercas o vives ya en los 50 años empiezas a escuchar muchas historias, recomendaciones, advertencias, relatos de terror y otros llenos de esperanza. He recibido algunos comentarios tiranos de quienes han adoptado y calificado como validas algunos conceptos culturales que definen a la mujer y sus posibilidades de hacer o no hacer por su edad, su deber ser y actuar. Todos ellos desechados al instante.

Uno de los efectos que tuvo en mi la pandemia fue el dejar a la luz mis canas. Ni yo sabía que tenía tantas, proporcionales a mi densidad de cabello. Fue y sigue siendo uno de los ejercicios más interesantes en mi vida hasta el día de hoy. Para mi ya no es un tema. Las vivo con su naturaleza misma, contenta de haber logrado no sucumbir a comentarios como “Te vas a ver más vieja”, “opiniones por mi bien” o a conceptos tradicionales de belleza y “juventud” y, sobre todo, tener claro que, así como un día decidí dejarlas al viento, el día de decida lo contario, si eso sucede, así lo haré.

Otro aspecto que observo es que cuando eres adolescente o estas en tu década de los 20´s, ves al futuro como algo lejano. En su mayoría vemos la vida después de los 50 años como algo que tardara mucho tiempo llegar. Y si, tardara en llegar los años que correspondan, pero a veces no consideramos como impactara en nuestra vida las decisiones u omisiones de aquella edad. Hoy lo veo con algo tan común en la burocracia de este país como lo es: la hoja rosa del Seguro Social. Mi primera preciada hoja rosa la tuve a los 20 años en mi primer trabajo como maestra de inglés. Después vinieron otras dos. No cuento con ninguna de ellas en mi poder. Hoy en día, es uno de mis caminos empedrados a resolver.

Hace algunos años escuche de un médico cubano decir “trabaja (adentro y afuera de ti) para transitar la vida con la mayor cantidad de asuntos resueltos, que la vejez no te encuentre con mucho peso”. Engloba todos los aspectos que nos forman: físico, mental, emocional, nuestra economía, nuestra salud, nuestros demonios, nuestras fortalezas, nuestras debilidades ¿Cuántos tiempo, esfuerzo, energía nos implica resolver, resolvernos? ¿Recuerdas la ligereza que se percibe en ti posterior a la conclusión de trámite pendiente, a la resolución de un conflicto, a poner en acción una decisión que te mantuvo dudando?  

Yo llego a los 50 años con muchas ganas, dispuesta y con disposición de seguir en el camino de la resolución, del desenredar, del ahondar, de la apertura a lo nuevo, del desapego, de aprender y desaprender, a la reinvención cuentas veces lo desee o necesite. Llego a los 50 años contenta con mi presente, en reconocimiento de mi pasado que me formo a lo que hoy soy y sé y con mi intención puesta en un futuro que bien reciba a mi mejor versión posible. La versión que hoy intenta vivir todos sus roles humanos de forma plena y gozo para vivir el futuro satisfecha y paz.  

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Gracias a ti que me lees, valoro tu tiempo.

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com