Qué nivel de Poder Legislativo tenemos.
Entre diputados del partido oficial que ni siquiera se paran a ver qué demonios necesitan los habitantes de los distritos que dicen representar en el Congreso, que confunden la mayoría relativa con la mayoría calificada o que presumen sus relojes caros, ahora la oposición saca la puntada de la “moratoria constitucional”
Así es, Alito, Marko y Chucho, los dirigentes de los partidos que conforman la coalición opositora Va por México, suscribieron un acuerdo en el que establecen dicha “moratoria”, con la cual los grupos parlamentarios no aprobarán cualquier iniciativa de reforma, adición o modificación a la Constitución que proponga el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Sabemos que esto es solamente atole con el dedo, ya que Morena y sus partidos satélites, el PT y el Verde no cuentan con los votos necesarios para generar mayoría calificada y aprobar reformas constitucionales (para la diputada Yenni Olúa, estamos hablando de dos terceras partes de la Cámara de Diputados, es decir 334 votos que se requieren para una modificación a la Carta Magna. De nada.)
Con moratoria o sin moratoria, las reformas constitucionales no pasarán, así que no perdamos el tiempo. El problema es que la oposición no tiene pies ni cabeza y no encuentra la forma de presentarse como un contrapeso fuerte al presidente López Obrador y su partido Morena. Por más que tratamos de buscar una cabeza visible no existe, porque Marko, Alito y Chucho son los que hablan, cada quien a su estilo, y al final el discurso se convierte en un galimatías.
Y mientras los tres líderes siguen “pajareando”, Morena hace lo que quiera, convocar mítines con medio gabinete del Gobierno Federal, realizando actos anticipados de campaña a favor de las corcholatas del presidente, y pavimentando el camino para que Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard o Adán Augusto López lleguen a la candidatura y lo más probable a la Presidencia en 2024.
Lo que están haciendo en este momento los integrantes de Va x México es una moratoria pero para hacerse tontos y no presentarse como una verdadera oposición para enfrentar al Gobierno Federal con una agenda legislativa sólida, un discurso de contrapeso y acciones certeras, claras y no solamente mediáticas.
Ya los quiero ver en 2024 a Marko, Alito y Chucho cuando tengan qué decidir quién va a ser el candidato presidencial. Lo más probable es que lo decidan a pastelazos como aquella serie clásica de los Tres Chiflados, y no estoy diciendo que los dirigentes partidistas sean los nuevos Moe, Larry y Curvy; pero caray, están viendo la procesión y no se hincan, están viendo el mitin que pulula de ilegalidad en el Estado de México y se quedan callados, pensando en sus moratorias.
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