Editorial…

¿Otra carga fiscal a los aspiracionistas?

De acuerdo con una información de Santiago Nolasco, difundida por el periódico El Economista, se analizan opciones para la captación de mayores recursos económicos, vía nuevos gravámenes fiscales.  

“El potencial del impuesto a la riqueza en México sería de 373,083 millones de pesos (mdp), esto es el equivalente a 1.51% del Producto Interno Bruto (PIB) reveló el Instituto de Estudios sobre Desigualdad (Indesig) durante el panel “Impuesto a la riqueza ¿Cuáles y cómo implementarlos a nivel nacional y global?”.

En este caso “la recaudación del gravamen sería superior al gasto destinado al programa del pago de pensiones del Bienestar para adulto mayores que ronda los 303,700 millones de pesos, de acuerdo con los Precriterios 2023 elaborados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público”.

El Insesig también reveló que la comunicación es clave para que las personas apoyen la idea de un impuesto a la riqueza.

“De acuerdo con sus encuestas, ocho de cada 10 personas apoyan el gravamen a aquellos mexicanos que tengan una riqueza superior a 500 millones de pesos. En tanto, ocho de cada 10 personas consideran apropiado que el impuesto a la herencia se cobre de manera anual y permanente”. 

Aquí surge nuevamente la amenaza de castigar fiscalmente a quien produce, a quien es aspiracionista y sin duda, los que están a favor de ellos son los que reciben el beneficio de la compra de votos disfrazada de beneicio ssociales. 

“Con más de 2,000 observaciones que tenemos en este tipo de encuestas digitales, hay un porcentaje muy alto de la población que está a favor de un impuesto a las herencias”, comentó Jaramillo en el noveno Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).