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Por Gladys Villalobos*
Hoy, hace 3 años, en un jueves como hoy se publico mi primera colaboración en Semanario El Pionero. A la par publique mi primera entrada en mi blog de WordPress. Inicie a escribir por la necesidad de compartir lo que habitaba en mí. Tenía pocos meses de haber dejado de trabajar en una oficina, conviviendo en lo cotidiano con amigos que se convirtieron en mi familia. Intentaba iniciar nuevos caminos laborales, todo me resultaba tan complejo. Pasaba muchas horas en silencio conmigo y la computadora y de repente me encontraba hablando sola o bien, con mucho que decir y muchos pensamientos dando vuelta en mi cabeza. Tocaba con la frustración y la añoranza, con un crisol de ideas sin rumbo.
Y aún cuando todo lo anterior suena una tragedia, en realidad estaba ante una gran oportunidad, un regalo, una hoja en blanco en donde todo es posible, condición que había olvidado; una hoja en blanco en donde trazar nuevos caminos, buscar y dejarme encontrar por las infinitas posibilidades del destino para mí.
“¿A alguien le resultara interesante lo que escribo?” “..eso es muy bobo…mejor cambio el tema”, algunas de las frases que mi yo castrante me decía. Desde enero había llegado a mi la inquietud de escribir, tarde casi dos meses en animarme, en armarme de valor. Me daba entre pena y duda iniciar porque significaba un compromiso semanal con mi padre.
Tres años después, la decisión resulto un regalo y un ejercicio profundo de autoconocimiento, que me ha llevado a investigar sobre temas desconocidos y me ha tocado nuevas inquietudes que deseo explorar. Tal vez te has dado cuenta de que ocasionalmente he repetido texto o utilizados fragmentos pasados y los actualizo. Pues sí, no siempre la inspiración me acompaña, pero siempre el compromiso. Además, descubrí que quería desligar una asociación mental de que el compromiso no se debe disfrutar por eso me he dado el permiso de no siempre tener el deseo o esas nuevas palabras que compartir.
Hoy en día, he revalorado el valor de escribir y los beneficios que emanan de él. “Escribir es leernos, es escucharnos, es vernos. Cosas interesantes surgen a través de la escritura “. Lo repito de vez en vez al finalizar mis textos. De verdad comulgo con esta frase. Te invito a escribir. A mano, en tu teléfono, en tu computadora. Al principio puedes creer que no tienes nada que escribir. Es cuestión de dejar que tu ser, tu mente y tu mano fluyan.
Durante este tiempo he leído a diferentes autores que abordan el tema de la creatividad, de ese espíritu creativo que en todos nosotros habita ¿no consideras que vivir puede ser ya en si mismo el mayor ejercicio y prueba de creatividad? Tome el curso “Talladora de Palabras” de DEMAC. “Nos hay forma correcta de escribir” fue una de sus frases que resultaron un apapacho a mi yo escrupuloso. Me siento satisfecha por haber librado ese miedo inicial. A 3 años me surgen nuevas inquietudes que me llevaran a librar nuevos miedos y eso me emociona.
“No pierdas el tiempo” una de las frases preferidas de mi madre es uno de mis mantras. Gracias Rosa. Padre, gracias por albergar mis palabras, tus puntuales correcciones y sugerencias. Siempre bienvenidas y agradezco. Son muestra de tu existencia.
“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Gracias a ti que me lees. Valoro tu tiempo.
*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación y Bienestar, Redactora de Contenidos, Fotógrafa.
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