Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Negación del problema

Resultan muy lamentables los hechos violentos que diariamente se adjudican a los carteles o grupos delincuenciales que, a ciencia y paciencia de las entidades del gobierno, se han apoderado de una buena parte del país.

Quienes participan en esos grupos son personas que, por necesidad, o por venganza o cualquier otra razón, se han acostumbrado al manejo de las armas y a su uso en forma natural, sin importar a quien o a quienes les disparan, y, si pierden o no la vida.

Por la información que los mandos de las fuerzas armadas, tanto ejercito nacional como de la marina dan a conocer sobre los grupos dominantes en la zona de conflicto, así como de quienes los encabezan, se sabe de trabajo de inteligencia.

Ante esta situación surge la interrogante, del porque no se actúa con la fortaleza y con apego a derecho en acciones contundentes que permitan, cuando menos, neutralizar las afectaciones en el libre tránsito, en la tranquilidad de las familias residentes en esas regiones.

Es entendible la bonhomía en la personalidad del Jefe de la Nación, que no sea belicoso, pero por más capacitación, entrenamiento y entereza de nuestras fuerzas armadas, mientras no les permitan combatir las balas con balas, con besos y abrazos no les van a doblegar.  

Ese llamado para que en el seno de la familia se eduque a los hijos con inducción a la legalidad, al trabajo, con amor e integridad en el hogar y con los semejantes, tal vez funcione con las generaciones nuevas, pero por más amor y respeto a la madre o al padre, quienes delinquen empuñando las armas, difícilmente, por dar alguna esperanza, enderezaran el camino.   

Eso mismo es lo que ocurre con las versiones de los gobernadores que pretenden ignorar a enfrentar a la delincuencia para dar la tranquilidad y la paz que están obligado a proporcionar a la población, a quienes trabajan, a quienes producen. 

En cuanto abren la boca para magnificar la ausencia de hechos violentos en sus territorios, parece intencional que los delincuentes dejen la huella de que son ellos quienes dominan la situación.