- Urgen apoyos para lograr autosuficiencia alimentaria
- Importaciones de maíz, trigo y otros generan fuga de divisas
- En México tenemos capacidad para elevar su producción
- Autoridades ni regulan precios, ni aporta estímulos
- Urge adecuar imprecisos instrumentos legales
Por César Villalobos López
MEXICALI. – Es necesario legislar en materia de la Ley de Desarrollo Rural y presentar iniciativa de Ley y reformar artículos de la Ley de Desarrollo Rural para fortalecer los cultivos que durante años quedaron en desventaja en el Tratado Comercial algodón, trigo, maíz, soya y quede establecido y elevar a rango de Ley los montos a apoyar por regiones con vocación a estos cultivos, como son la Laguna, Sonora, Baja California, Durango, Sinaloa y Chihuahua, debido a que, hoy en día no somos autosuficientes.
El Ing. Héctor Soto Ibarra, ex secretario técnico de la delegación de la Secretaria de agricultura, consideró que los legisladores federales deben de contribuir con aportaciones concretas para enriquecer las iniciativas que se presenten, primero en comisiones y luego en el pleno de la Cámara de Diputados, con el propósito de que sus logros sean en beneficio del desarrollo del campo y para avanzar en la autosuficiencia alimentaria del país.
Destaco que los productores agrícolas, colonos, ejidatarios y propietarios rurales, cayeron en la incompetencia ante los socios comerciales, entre ellos los estadounidenses que han incrementado superficies y mientras que nosotros disminuimos las siembras de algodón y se importa, fibra texana, para la industria textil, así como 4,5 millones de toneladas de trigo harinero y 14 millones de maíz amarillo y soya, lo que provoca la salida de dólares del país y cuando hay variación de precios como actualmente la consabida inflación afectando al consumidor final.
Lo más importante, considero Soto Ibarra, es que se está perdiendo la oportunidad de aprovechar los buenos precios para nuestros productores, por ello de la importancia de legislar en la materia, ya que las autoridades actuales ya con dos años en su encargo ni regula precios ni aporta los apoyos y estímulos a los cuales está obligado en la Ley de Desarrollo Rural, argumentando falta de disposición presupuestal.
De ahí la necesidad de que los montos a presupuestar queden debidamente asignados por programa, capítulo y componente dentro del presupuesto y no tengan pretexto de no otorgarlos, o regula o aporta lo que la Ley lo mandata, es necesario elevar la voz de la representación campesina en los Congresos Locales y Congreso de la Unión, por ello la urgencia de legislar en la materia, sobre todo en el cultivo del algodón debemos establecer un programa nacional de soporte al cultivo algodonero estableciendo un precio soporte con la participación de Gobierno del Estado, Gobierno Federal y la participación de los habilitadores y despepitadores de la fibra, aportando Gobierno Federal 1.5 dólares, Gobierno del Estado 1.5 dólares y las empresas habilitadoras reducir en 1.5 dólares su intermediación comercial, esto a fin de lograr un Ingreso Objetivo.
Soto Ibarra preciso que, además debe de establecerse un mecanismo financiero de coberturas en algodón en caso de ser necesario el Ingreso Objetivo cuando las condiciones del mercado marcadas por el precio internacional no sean favorables, buscando intervenir mediante los mecanismos financieros, es decir, cuando las coberturas de precios no sean suficientes, entonces aplicamos el Ingreso Objetivo estimando este programa a una superficie de aproximadamente 34,000 Has para el Valle de Mexicali, este año se dejarán de sembrar posiblemente alrededor de 7,000 Has de algodón en el Valle en comparación del ciclo anterior.
Hoy en día el precio a futuro entre marzo y octubre de 2021 es de $82.28 dólares el quintal y para diciembre de 2021 $83.12 dólares el quintal, por lo que en este caso de haberse contratado no sería necesario aplicar el recurso fiscal.
Es por ello que de no establecer un mecanismo de apoyo enfrentaríamos su consecuencia de pérdida de empleo fijos, eventuales y jornales, es necesaria la atención de las autoridades a este tema ya que la agricultura es generadora inmediata de empleos que hacen falta en el Estado. De 2018 a la fecha a nivel Nacional genera 48,000 trabajos eventuales representando 6 millones de jornales y 1.2 millones de personas que laboran en fábricas de hilados y tejidos y confección, tapicerías, etc., por ello lo inadecuado de las políticas de apoyo al algodonero como el manejo erróneo de las semillas transgénicas del algodón, urgente corregir esa falla por criterios tan personales de funcionarios de SEMARNAT y SADER.
El 90 por ciento de la semilla que se siembra en el mundo es transgénica, SADER y Dirección de Sanidad Vegetal no deben permitir criterios ambientalistas radicales en ese sentido, lo que deben hacer es meter en cintura y sancionar a las empresas Bayer, Monsanto, monopolio y estafadores de agricultores del Valle de Mexicali.
En los dos años anteriores con semilla chatarra de desecho en U.S.A. y posteriormente recompensaron con agroquímicos a los productores que así lo aceptaron, unos sí otros no lo aceptaron, se requiere firmeza de la autoridad de Sanidad Vegetal en la Dirección Nacional SADER, la autoridad Estatal y Nacional debe darse por enterado que hay un desaliento y un gran malestar en el Valle de Mexicali con las autoridades Federales y Estatales del sector agropecuario, un sentimiento de abandono e indiferencia a sus problemas por lo que es necesario que el Sr. Presidente sepa y esté enterado de esta situación, los campesinos esperan respuesta de su Gobierno y se ocupa, ya son dos años ya de su Gobierno, la respuesta de necesita ya.
Es tiempo de cerrar filas y unir voluntades para el bien de todos los sectores, concluyó el Ing. Héctor Soto Ibarra.
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