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Ángela Merkel: la química que cambió el rumbo de Alemania

Una fotografía de archivo fechada el 18 de enero de 1991 muestra al entonces recién nombrada Ministra de la Mujer y la Juventud de Alemania prestando juramento en el Bundestag en Berlín, Alemania. A la derecha se ve a la presidenta del Bundestag, Rita Suessmuth. (Foto: Martin Gerten / dpa MARTIN GERTEN / DPA / dpa Picture Alliance vía AFP)

Merkel, dirigió a Alemania y la Unión Europea a través de la crisis financiera de 2008, la de la deuda griega un año después y la migratoria hace cinco años

Por Tec Review

La Unión Cristianodemócrata (CDU) alemana, el partido de la canciller Ángela Merkel, ha ratificado como su nuevo líder al centrista Armin Laschet con un 83.35 %, según el resultado del voto por correo entre sus delegados.

¿Qué significa? Que después de 16 años, Merkel no aparecerá en las boletas de la elección para ser la próxima canciller de Alemania, votación que se realizará en septiembre.

Merkel es una de las líderes más importantes del mundo y fue reconocida por el pueblo alemán. Tras conocerse la noticia de su salida, las personas se asomaron a sus balcones y aplaudieron espontáneamente durante seis minutos continuos.

Te contamos algunas cosas que tal vez no sabías de esta política extraordinaria.

La química luterana

Angela es hija del reverendo luterano evangélico Horst Kasner y de la maestra de escuela y profesora de idiomas Herlind Kasner.

Nació en julio de 1954 en Hamburgo, en la República Federal de Alemania (RFA). Después de su nacimiento, su familia cruzó la frontera de la República Democrática Alemana (RDA) y se estableció en Templin, porque su padre fue designado encargado de la parroquia.

En 1977, a los 23 años, Ángela contrajo matrimonio civil con Ulrich Merkel. En 1978, completados los estudios de Física, la pareja se trasladó a Berlín Oriental, donde ella se puso a trabajar de colaboradora científica en el Instituto Central de Química Física de la Academia de Ciencias de la RDA.

Allí ejerció durante 12 años, tiempo en el que amplió su currículum académico y se convirtió en una especialista en Química Cuántica, rama de la Química Teórica que estudia las propiedades físicas de los átomos y las moléculas como aplicación de la mecánica cuántica. En 1982, se divorció de Merkel, pero siguió usando su apellido. En 1986, Ángela obtuvo el doctorado en Física por la Academia de Ciencias berlinesa.

Caída del muro y la crisis económica

Poco después de la caída del Muro de Berlín, en 1989, ya con grado de doctorado en química cuántica y habiendo ejercido en el campo de la investigación, dejó su trabajo científico para unirse a un nuevo grupo político que se había formado en su vecindario.

Para Stefan Kornelius, su biógrafo oficial, dice que una de las razones pudo ser que como científica de la Alemania Oriental –más pobre y con pocos recursos– sus pares occidentales la “superarían”.

Merkel nunca ha hablado públicamente sobre el porqué dejó la ciencia, “pero tal vez sea porque realmente nunca la dejó”, dice la periodista Saskia Miller. Explica que se refleja en la investigación deliberada de cada nueva información sobre la pandemia y la consulta cautelosa que hace con expertos.

A finales de septiembre, Merkel destacó en el marco del 75 aniversario de Naciones Unidas, que la ONU se fundó después de que Alemania “traicionase todos los valores civilizados” y fuese responsable del estallido de la II Guerra Mundial.

Merkel dirigió a Alemania y la Unión Europea a través de la crisis financiera de 2008, la de la deuda griega un año después y la migratoria hace cinco años. Además, condenó un movimiento de protesta opuesto a los confinamientos.

“Permítanme decirles algo personal. Se celebrarán elecciones parlamentarias y no volveré a postularme”, afirmó Merkel, de 66 años.

El año más difícil

Ángela Merkel declaró que 2020 fue el año más difícil de su liderazgo, pero que el comienzo de la vacunación contra la Covid-19 ha convertido al 2021 en un año de esperanza.

“Creo que no exagero cuando digo que nunca habíamos encontrado el año viejo tan pesado y nunca, a pesar de todas las preocupaciones y cierto escepticismo, esperábamos el nuevo año con tanta esperanza”, agregó.

Su mensaje resonará en la mayoría de las personas en un país que lucha con un aumento en las infecciones y muertes por coronavirus y donde la mayoría apoya las medidas de confinamiento y la vacunación como las mejores armas contra el virus.

Los elogios a Merkel por haber “domesticado” la primera ola, se han convertido sin embargo en críticas por su aparente fracaso al abordar la segunda.

“Solo puedo imaginar lo amargo que se debe sentir por aquellos seres amados perdidos por la corona o que tienen que luchar contra las repercusiones de una enfermedad cuando el virus es disputado y negado por algunas personas desesperadas”, dijo Merkel.

“Las teorías de la conspiración no solo son falsas y peligrosas, también son cínicas y crueles”, agregó. “También me vacunaré cuando llegue mi turno”. (Con información de agencias y el Centro para Asuntos Internacionales de Barcelona)