Editorial…

Jose Biden, presidente de USA

El proceso electoral que culminó el miércoles, con la asunción de Jose Biden como presidente de los Estados Unidos, sin duda es un ejemplo del hartazgo de un buen número de los ciudadanos a quienes les gusta vivir con tranquilidad y seguridad.

Otro número importante de ciudadanos, alentados por los rijosos mensajes y confrontaciones de Donald Trump, al no lograr el triunfo en las urnas atendieron el llamado de su jefe y protestaron en el Capitolio, como no había sucedido en más de siglo y medio.

Estudiosos revelaron que a lo largo de sus 4 años al frente del gobierno de los Estados Unidos, Donald Trump hecho mano de 40 mil mensajes falsos o mentiras, mismos que fueron creando un clima de enojo en sus ciegos seguidores.

Los permanentes ejemplos de desobediencia y mensajes bélicos, de Donald Trump, recibidos por individuos que lo consideraron un héroe y lo idolatraban, por su supuesta valentía, asaltaron el Capitolio tratando de evitar que el Congreso se validara el triunfo de Biden, ante las mentiras de robo de parte de Trump.

Resulto muy significativo, como elementos de la guardia nacional y del ejército, lejos de seguir el juego del derrotado presidente en su intento reeleccionista, fueron leales a las instituciones que por siglos han dado tranquilidad interna al país, respetando la democracia, reflejada en el absoluto respeto a la determinación de los ciudadanos, al depositar su voto en las urnas.      

En esto de las arengas de Donald Trump con una serie de improperios, ataques y mentiras, hay mucha similitud con lo que ocurre en nuestro país, tanto a nivel nacional como en algunos estados de la república como el de Baja California.   

Si bien, al igual que en el vecino país del norte, aquí hay importante grupo de ciudadanos convencidos de lo que escuchan es una realidad, pero no analizan los resultados económicos y de desarrollo del país.  

Es cierto que el desencanto de los abusos y corrupción que se fue enconando en los gobiernos anteriores, fue mucho, pero soslayan que muchos de los beneficios dejados han sido eliminados por las actuales administraciones, de la federación y del estado.

En fin, el tiempo será el mejor juez.