Abrir los ojos
Por Gladys Villalobos*
“La gratitud no solo es la más grande de las virtudes, sino que engendra todas las demás” Cicerón. Hemos iniciado un nuevo año, una nueva década. Después del desafió físico, mental y emocional que significo en algún momento el 2020, lo único que viene a mi mente hoy es la gratitud.
“El sentimiento de gratitud no corresponde a una de las emociones básicas. Todo lo contrario. Para experimentarla se requieren una serie de procesos complejos en la mente. No todo el mundo puede experimentar gratitud. Es una virtud reservada para los espíritus más elevados y para las inteligencias mejor desarrolladas.
A diferencia de otros sentimientos, el de la gratitud no aparece como un impulso simplemente. La gratitud exige que haya un sistema de valores éticos, en donde estén resueltos los conceptos de dar y recibir, además de una renuncia a la visión egocéntrica de la vida” nos dice la periodista colombiana Edith Sánchez en el portal “La mente es maravillosa”
La gratitud es un sentimiento sutil y sofisticado. Casi un arte. La gratitud germina sobre la convicción de que los seres humanos somos incompletos y que nos necesitamos mutuamente. Es el producto de haber desarrollado una ética de cooperación, en lugar de una actitud de competencia o confrontación.
Existen estudios diversos sobre el efecto de la gratitud en el ser humano. Esto va más allá del dar las gracias por educación. Es dar las gracias con el corazón. Estudios han demostrado como la gratitud tiene la capacidad de reconfigurar el cerebro. Incluso una simple práctica de escritura de gratitud desarrolla una sensibilidad neuronal para un pensamiento más positivo. Eso significa que, cuanto más practiques la gratitud, más valorarás la positividad en lugar de la negatividad.
Existen algunos populares y simples ejercicios de gratitud, como llevar un diario, cada noche escribir tres cosas, momentos y/o logros cotidianos o bien, compartirlo con algún ser querido. El no darlo por sentado y agradecerlo te aporta bienestar. Los expertos en la materia afirman que fomentan en ti una mente enfocada en lo positivo y más abierto emocionalmente después de solo dos semanas. Los beneficios también duran, lo que lleva a un aumento general del bienestar, te hace más fuerte y resistente al estrés. Eso es una gran mejora por una práctica en la que sólo tienes que invertir unos minutos diarios ¡Probemos!
Para ser verdaderamente agradecido debemos estar en el presente. No viajar al pasado o suponer el futuro. Párate y observa. Respira profundamente. Aquí y ahora. A menudo olvidamos que el mayor milagro no es caminar sobre el agua. El milagro más grande es abrir los ojos, apreciar el momento presente y sentirse completamente vivo. Tu ¿cómo vives la gratitud? Que 2021 sea todo lo que tu corazón anhela. Salud y una vida plena es mi deseo para ti. “Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.
* Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ Contacto: [email protected]
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