Por Ivonne Malaver
Miami, (EFE).- Estados Unidos, el mayor importador mundial de vainilla natural, podrá producirla comercialmente en Florida gracias al descifrado de su secuencia genética, que permite a la ciencia «domesticar» la planta para lograr un cultivo «más rápido, menos costoso y de calidad».
El reciente hallazgo es una buena noticia para los agricultores del sur de Florida, región que ofrece la mayor parte del año la calidez y humedad que requiere esta planta, y también para los amantes de los helados, bebidas, postres, cosméticos e innumerables productos elaborados con el «más popular» de los sabores y aromas del mundo.
«El genoma desbloquea la capacidad de domesticar la vainilla con mayor precisión», explicó a Efe Alan Chambers, uno de los científicos que lideró la investigación en la Universidad de Florida (UF).
En otras palabras, «no tenemos que dejar tanto al azar», agregó el experto en genética y mejoramiento de frutas tropicales.
Subrayó que pudieron identificar los genes que podrían estar involucrados en la «biosíntesis de vainillina», el compuesto aromático responsable del olor tan característico de la vainilla natural.
Considerada uno de los aromatizantes más utilizados, la vainilla natural, cuyo aroma se extrae del fríjol de la planta al ser desecado, ha tenido sin embargo que ceder terreno a la sintética producida en laboratorios químicos.
Su producción agrícola, unida a una demanda que se ha duplicado en las últimas dos décadas, no suple las necesidades de las industrias alimentaria, cosmética y farmacéutica.
«Son dos mercados. La mayor parte del mercado mundial es vainilla artificial. Simplemente no cultivamos suficiente vainilla natural para satisfacer la demanda», precisó Chambers.
La siembra tradicional de la vainilla, que crece en regiones tropicales y subtropicales de América, Asia y África, es un «proceso largo y costoso», explicó a Efe Antonio Tovar, director de la Asociación de Campesinos de Florida.
El mexicano precisó que los costos se deben al largo tiempo de cultivo y cosecha de esta planta originaria de Mesoamérica, donde los aztecas ofrecían su aroma a los dioses.
NATURAL, MEJOR Y MÁS RÁPIDA
Sin embargo, el hallazgo de la UF, una universidad pública de Florida, en asociación con la empresa de agricultura Elo Life Systems, es motivo de regocijo.
«Ahora podemos seleccionar una gran cantidad de plantas en busca de aquellas que podrían estar produciendo niveles más altos de vainillina y, por lo tanto, tendrían mayor calidad», enfatizó Chambers.
El genoma, detalló Chambers, «proporciona las secuencias que necesitamos para identificar de manera eficiente qué plantas tienen los genes que creemos que podrían resultar en un mejor sabor o resistencia a las enfermedades».
Es la clave de cómo hacer hojas o raíces, cómo responde la planta a los patógenos y cómo producen el aroma de las cápsulas que guardan la materia prima de la vainilla.
«Básicamente, el genoma hace que nuestro trabajo futuro sea más rápido, más eficiente y menos costoso», manifestó el experto del Instituto de Ciencias Agrícolas y Alimentarias (IFAS) de la UF.
El mayor productor de vainilla es actualmente la isla africana de Madagascar, con más del 80 % de la producción y una exportación de más de 2.500 toneladas del fríjol desecado al año, que ha alcanzado precios de hasta 600 dólares el kilo.
Otros productores son Indonesia, Uganda, India, Islas Comoras y México.
Según Elo Life Systems, el mercado de la vainilla natural superará los 4.300 millones de dólares anuales para 2025 en medio de innumerables retos para los productores y el suministro.
«Este es el primer paso significativo hacia la mejora de los medios de vida de los pequeños agricultores en las regiones productoras de vainilla», dijo Fayaz Khazi, director ejecutivo de la compañía.
Estados Unidos, el mayor importador de los fríjoles secos, los procesa para producir el extracto de vainilla, la segunda especie más valiosa después del azafrán, según la investigación.
Sobre si esta planta, de la familia de las orquídeas, sería en Estados Unidos tan buena como la de Madagascar, el profesor Chambers explicó que la calidad tiene que ver «con la genética, el entorno de cultivo y cómo se curan los granos».
«Confiamos en que las nuevas áreas de cultivo de vainilla pueden aumentar la calidad centrándose en estos factores», agregó.
Detalló que incluso podrían mejorar la calidad «reduciendo los tiempos/distancias de transporte y cultivando el producto final más cerca de los principales consumidores».
FLORIDA, EL CLIMA IDEAL
El científico expresó además que el sur de Florida se presta para este cultivo porque «generalmente no presenta temperaturas frías», al igual que Puerto Rico y Hawái.
Detalló que en Florida son apropiadas ciertas zonas costeras, como un área al sur de Sarasota a Naples, en la costa oeste, y «probablemente» entre la localidades de Stuart y Miami y a lo largo de los Cayos de Florida en el este.
«El alto calor y la humedad del verano y la estación seca con temperaturas más frescas en el invierno son adecuadas para cultivar vainilla y otras plantas sensibles al frío», matizó Chambers.
No obstante, señaló que hay gente interesada en la producción en ambientes controlados como los viveros en áreas más frías de Florida.
Chambers dijo además que Florida tiene cuatro especies nativas de vainilla, pero ninguna se usa como alimento.
Señaló que en el estado ha estado presente desde principios del siglo XX la especie comercial V. planifolia, pero que la producción comercial «comenzó en serio» solo hace aproximadamente un año. EFE
Más historias
“México está en problemas”: The Economist
Subsecretaria de Agricultura de EU verificará combate al gusano barrenador en Guatemala
El precio de los alimentos alcanzó en octubre su nivel más alto en año y medio, según FAO