Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo Extraordinario de lo Cotidiano

Alimento para el cuerpo y el alma

Por Gladys Villalobos*

La estrella es la luz que nos guía en nuestro diario vivir. Todos los seres humanos seguimos una estrella, aunque muchas veces no seamos conscientes de que lo hacemos. Toda vocación, misión o sentido de la vida, hobby, habilidad, fortaleza se define como una estrella en nuestra vida. Encontrarlas fue una de las tareas del Taller “Talladora de Palabras” de DEMAC

En 2006 la vida me llevo a detenerme de golpe y sin advertencia. Una hernia de disco fue el diagnóstico médico. Fui a rehabilitación físico y posteriormente tomé mi primera clase de Pilates. Fue amor a primer encuentro. Años después empecé con mi formación de 400 horas como instructora. Fue en ese momento cuando me descubrí una amante del cuerpo por vocación, de la movilidad, de la estructura corporal. Ese momento mágico en donde una persona va descubriéndose, descubriendo su propio cuerpo, su fortaleza, su capacidad y su progreso con la constancia. Durante muchos años deje a un lado esta vocación. Me enfoque a otras actividades, me mude a la Ciudad de México y me distraje. Hace 2 años retome este camino, el camino del cuerpo consciente. Lo disfruto, me sigo asentando en él y reabriéndolo. Hay días con mucha confianza y otro tantos en que dudo de lo que se.

Cocinar es una estrella heredada y además intuitiva. Aprendí a cocinar como aprendí a manejar un auto: observando a mi mamá. Me gusta cocinar guiada por el instinto. Sin mucha receta o más bien, me gusta tener una receta para hacerla distinta, experimentar, probar, seguir la intuición y esperar los resultados. En la cocina me muevo con mucha seguridad. En este momento al escribir me vino a mi mente una interesante reflexión e intención. Quiero trasladar este comportamiento a otros escenarios de mi vida. Esta temporada de estar en casa me ha permitido experimentar nuevos sabores, nuevas recetas, otras combinaciones. 

Bailar es un gozo para mí, me viene bien y siempre estoy puesta y dispuesta para bailar. Nunca he tomado clases, ni conozco técnicas, ni estilos específicos. Todo es producto del ritmo, del despego al resultado, de mi enorme disfrute de la música y de compartir la alegría. Es resultado de una familia numerosa, de una madre bailadora, de muchos tíos, primos, de muchas fiestas, de mucha celebración, de Años Nuevos todos juntos, de amigos bailadores y de pertenecer a la época de las Discos. Soy de las que primero salta a la pista a la mínima provocación en una boda, en una fiesta, en una reunión. Mi pareja no baila, él dice que no sabe bailar, que nunca ha ido a clases y que no tiene ritmo. Es ingeniero, es más estructurado, quiere entender porque los pies se mueven de cierta forma. Hace dos meses, en una boda me acompaño a la pista por su iniciativa. “¿Nos inscribimos a clases de salsa?”  Me pregunto regreso a casa con un semblante feliz.

¿Cuáles son tus estrellas? Te invito a aventurarte en la escritura. Escribir es leernos, es escucharnos, es vernos. Cosas interesantes surgen a través de la escritura.  “Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo. 

*Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Instructora 450PMA Pilates/ 200RYT Yoga. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ Contacto: [email protected]