Editorial…

Especulación…

No había pasado mucho tiempo de ocurrido el accidente donde perdieron la vida la gobernadora de Puebla, Martha Erika Alonso, su esposo, ex gobernador el del mismo estado y ahora senador Rafael Moreno Valle, cuando salió al escenario el saltimbanqui de la política y parlanchín Javier Lozano.

Más que preocupado o afligido por las pérdidas de vidas de los dos políticos y sus tres acompañantes, sembrando dudas sobre el origen de la tragedia, seguramente buscando con ellos la atracción de los reflectores que se le apagaron al equivocarse en la selección de candidato a la presidencia de la república. 

Tras este y otros comentarios similares, en las redes sociales aparecieron una serie de falsas insinuaciones relacionadas con el accidente, como la sobrevivencia del capitán del helicóptero mencionando haber sentido “un bazucazo” y luego el desplome de la nave.

En otros consideraron responsables al presidente Andrés Manuel López Obrador y/o al senador Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, quien contendió con Martha Erika Alonso, por la gubernatura de Puebla.

Tras estas especulaciones han surgido innumerables comentarios e insinuaciones provenientes de connotados priistas que en su momento culparon a Carlos Salinas de Gortari de la muerte de Luis Donaldo Colosio, pero mantuvieron y mantienen silencio.

La pretensión es la exacerbación de los ánimos y la animadversión de los mexicanos hacia la figura presidencial, de la cual advierten no tuvo el voto de la mayoría de los mexicanos, soslayando que 30 millones emitieron el sufragio por el candidato de Morena, unos por convicción, otros por hartazgo con los gobiernos del PAN y del PRI o por enojo hacia sus partidos de militancia por no haber logrado candidaturas.

Ello, sin considerar que lejos de perjudicar al presidente o al senador, alientan la desunión y la desconfianza entre los mexicanos, lo que al final de cuentas generará un clima de intranquilidad por el acrecentamiento de rencores que se reflejaran en los resultados de la administración pública federal e impactaran en la población en general.  

El gobierno federal ha dispuesto una amplia investigación para clarificar el origen de la tragedia, buscando la colación de los fabricantes de la aeronave, de expertos de aeronáutica y de peritos de organismos internacionales.

Esperemos que al culminar la investigaciones, análisis y estudios de todos los elementos con que se cuenten, sea cual sea el dictamen, los alentadores de los rencores lo tomen con tranquilidad y los acepten sobre sus suspicacias y malas intenciones.

Esperaremos para ver que resulta y que sucede.