Editorial…

Ahí viene el lobo… 

Durante la reciente reunión de la ANUR –Asociación Nacional de Usuarios de Riego-, donde la más asediada fue la Dra. Blanca Elena Jiménez, designada por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para ocupar la Dirección General de la comisión Nacional del Agua.   

Por lo pronto y a reserva de que el agua agrícola pase a la Secretaría de Agricultura, junto con el presidente de la comisión de agricultura de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, la doctora Jiménez se comprometió a buscar más recursos para impulsar el fortalecimiento de la infraestructura en los módulos de riego.

Versiones sobre lo ocurrido durante las reuniones de la ANUR hay muchas, variadas y con distinta proyección, pero nosotros nos basamos en el contenido de una exposición de la futura directora de la Conagua, ante integrantes de la ANUR, directivos de módulos de riego de todo el país, más bien de los estados de la República donde existen.

No desechamos la versión del cobro de parte de Jorge Luis “El Kowi” Estrada Quiles, tesorero de la ANUR, a Rutilo Mendoza Ramírez para el pago de cuotas que el módulo 14 no ha pagado en 6 años, como tampoco el requerimiento de Rutilo para que el tesorero de la ANUR pague el agua que debe al módulo, pero nos abstenemos de publicar situaciones vergonzosas, por excesos, de uno que otro directivo del módulo del Distrito de Riego 014.

Lo escrito en el párrafo anterior fueron de las primeras noticias que llegaron de esa reunión en Ixtapa, Guerrero, soslayando lo fuerte del contenido por la participación de la funcionaria del gobierno de López Obrador.

La doctora Jiménez les precisó a quienes le escuchaban: “el agua no tiene colores”, reconociendo que la Conagua es una dependencia muy golpeada y luego se pronunció por el ordenamiento en el uso del agua agrícola y el suministro a las ciudades, al tiempo que afirmó: “no se puede dar gusto a todos”, en referencia a algunas discrepancias observadas durante su estancia en la reunión.

Hizo alusión a los jóvenes que han salido del país por falta de oportunidades y habló de “recuperar a esos chamacos” para participar en las tareas que permitan optimizar la calidad del agua y el suministro para su uso.

Por lo que se observa, con la nueva directriz de la Comisión Nacional del Agua, se acabarán los misterios que han imperado desde que David Korenfeld llegó a la dirección de esa dependencia y ha continuado con Roberto Ramírez de la Parra.

Las visitas a hurtadillas, a los Distrito de Riego, en especial al 014 del Río Colorado, han sido constantes, como la de Korenfeld que, después de su salida llegó a recibir un reconocimiento de la ANUR que todavía encabeza el Ing. Quintín Suárez Andujo, o el mismo Ramírez de la Parra, quien el jueves anterior anduvo por el valle de Mexicali y junto con funcionarios de la CILA visitó la presa Morelos.

No se puede olvidar que los funcionarios de la Conagua embarcaron al presidente Enrique Peña Nieto para crear una cortina de humo para ocultar la corrupción en la contratación y ejecución de la obra del canal 4 de abril, considerado monumento a la corrupción y más después de descubrir el tipo de cable utilizado para la operación de sus compuertas.