En el campo: contrastes y engaños
Conjeturas, dudas, pero más críticas –especialmente en el noroeste y norte del país- ha generado lo que, en diversos foros ha mencionado Víctor Manuel Villalobos Arámbula, nominado por Andrés Manuel Lopez Obrador para ocupar la Secretaria de Agricultura.
Frente a estas situaciones de incertidumbre se tienen innegables condiciones sobre las diferencias de la agricultura en el sur, centro y norte de la república, tanto por cuestiones texturas de suelo, superficies cultivables, climatológicas, con temperaturas variadas como por la presencia de lluvias generando excesos de agua, mientras que, en otras intensas sequias, de las cuales ha hecho énfasis el futuro secretario.
Estas diferencias dan por consecuencia variados rendimientos, tanto por el clima, el suelo, los métodos de cultivo, forma de riego, tipo de semilla, siendo distintos los costos del cultivo por unidad de producción.
Por ejemplo: producir maíz en parcelas oaxaqueñas es una tarea de baja utilidad, por su alto costo y escaso rendimiento. Mientras Sinaloa se obtienen 6.87 toneladas, en promedio, por hectárea cultivada, contra la tonelada y media por hectárea que se cosechan en Oaxaca.
Según el Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera de la Sagarpa, en la intención de siembras 2018 Oaxaca espera un rendimiento de 1.3 toneladas por hectárea, sólo por encima de San Luis Potosí, Yucatán, Coahuila y Quintana Roo.
Ese rendimiento no equivale ni la mitad de lo que se obtiene en estados como Campeche, Guerrero, Querétaro o Tlaxcala.
Con 218 mil 929 hectáreas -la mitad de superficie sembrada con maíz en Oaxaca-, Chihuahua podrá duplicar la producción del ciclo primavera-verano de nuestra entidad.
El rendimiento de 6.3 toneladas por hectárea en Chihuahua permitirá a los productores obtener, en conjunto, un millón 374 mil 333 toneladas, más del doble de la aspiración de campesinos oaxaqueños.
Además, si en lugar de 3 mil 842 hectáreas, Baja California Sur sembrara las 448 mil 189 hectáreas con que cuenta Oaxaca, el rendimiento de 6.7 toneladas por hectárea le permitiría reunir 3 millones 2 mil 866 toneladas de maíz.
Estos datos son solo para ilustrar algunas diferencias en el cultivo del maíz, pero lo mismo ocurre con él frijol, el arroz, el trigo y otros cultivos, dependiendo la zona donde se establezca la siembra, por ello, la propuesta mencionada para diversificar programas y apoyos según las condiciones del sur, centro y norte del país, pudieran dar resultado, si efectivamente se lleva el acompañamiento técnico y se organiza a los productores, de todas las zonas agrícolas y pecuarias del país, incluyendo Baja California y en especial el valle de Mexicali.
Desde la administración del gobernador José Guadalupe Osuna Millán, con la intermediación de Benjamín Castillo Valdez, como diputado federal y cabeza de la Liga de Comunidades Agrarias, CNC, se trató de obtener del gobierno federal, vía Congreso de la Unión, poco más de 200 millones de pesos para borrar la deuda –unos mencionaron histórica, otros social- de los campesinos, pero todo quedó en mero trámite.
Lo curioso es que ese monto incluía quebrantos por producciones debajo de los rendimientos medios, por bajos precios, por castigos indebidos de las empresas habilitadoras y/o acopiadoras, pero también pasivos por deviaciones de cosechas y de malas administraciones de empresas manejadas por políticos, bajo el argumento de que se trataba de empresas de productores.
A varios años distancia se está incubando una nueva gestoría sobre el mismo tema, con la pretensión de sorprender, con la venia de algunos diputados y senadores, a los funcionarios de la nueva administración, pero, sobre todo, tratando de engañar a quién, a partir del 1 de diciembre, será el presidente de México.
No estamos en contra de un apoyo económico que permita la reactivación de los productores, pero bajo un esquema de revisión que impida la continuidad de la corrupción a través del dispendio de los recursos del erario, además de impedir que aquellos que hicieron malos manejos de empresas de agricultores o ganaderos continúen medrando impunemente.
SUGIERO INVESTIGAR Y PONER EN EL CONTEXTO EL PORQUE LA DIFERENCIA EN LA PRODUCTIVIDAD DEL MAIZ EN OAXACA, YA QUE SI BIEN ES CIERTO QUE EL RENDIMIENTO POR HECTAREA ES BAJO, TAMBIEN CIERTO ES QUE SE TRATA DE UNA VARIEDAD ESPECIAL PARA LA PRODUCCION DE TOTOPO Y TORTILLAS QUE SON PARTE FUNDAMENTAL DE LA GASTRONOMIA LOCAL Y QUE POR SUS CUALIDADES LO HACEN UNICO; INCLUSIVE LOS JAPONESES BUSCAN ESTOS PRODUCTOS PARA SU CONSUMO EN SU PAIS.