Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

A 18 años

Coincidentemente, este 26 de noviembre de 2016, hace 18 años, salió a la luz la primera edición de Semanario El Pionero, tras varias semanas de trabajo en ediciones ciegas que nos permitieron entrar en el mundo de la tecnología, evitándonos el uso de armatostes o mesas con caratula de cristal para el armado de las paginas siguiendo el sistema tradicional en el proceso de fotomecánica para la impresión en offset.

De entonces a la fecha, durante 940 semanas hemos estado presentes con nuestra publicación regular de 12 páginas, y de 14, 16 y hasta 20 páginas en ocasiones muy especiales, gracias a la confianza de quienes han encontrado en nuestras páginas un vínculo de comunicación para promover productos o servicios, así como la preferencia de nuestros lectores.

El camino ha sido escabroso pero ello no ha impedido que continuemos con la línea editorial delineada desde nuestro inicio, señalando las cosas como son sin importar las reacciones y opiniones adversas que ello genera.

Hemos rechazado la lisonja de políticos, de líderes, de funcionarios y de uno que otro vividor que, con ella, han pretendido conseguir un favor o ganar nuestra voluntad para ocultar o distorcionar hechos o acciones que les afectan y obvio, vienen las criticas, inclusive de comunicadores afines.

Otros, especialmente empresarios y empresarias han pretendido utilizarnos como gestores o para ejercer medidas de presion para obtener beneficios a sus personas y negocios, pero han corrido con la misma suerte: no encontraron eco.

A lo largo de 18 años no hemos buscado patrocinio oficial mediante presiones con criticas a dependencias o funcionarios y cuando se han hecho es porque tenemos “los pelos de la burra en la mano”, aun cuando con ello generemos enojo y una serie de especualciones, como en el irrefutable caso de corrupcion en la Comisión Nacional del Agua y varios de sus organismos de cuenca, icluyendo el de la peninsula de Baja California, o en las asociaciones civiles de los modulos de riego.     

Esta situacion de corrupción se acrecentó a raiz de la necesidad de obras como consecuencia del sismo del 4 de abril del 2010, toda vez que era necesario restaurar las condiciones del canal Reforma, primero, para llevar agua a Tijuana y luego el proyecto para la reconstruccion de la zona de riego de los modulos 10, 11 y 12 que dio como resultado la construccion de un nuevo canal denominado 4 de abril.

La impunidad a la corrupción ha sido una constante a lo largo y ancho del pais por la complacencia de quienes deben de ejercer los controles y revisiones, aplicando la ley a los delinceuntes, lo que nos demuestra que las contralorias internas de las depedencias, la de la federacion, las procuradurias y otras son complices pasivos por omision o por atender instrucciones superiores.

En el caso de los gobernadores y del ejecutivo federal, los diputados alcahuetes que todo aprueban son los responsables de las pillerias que ahora asustan y sorprenden, generandose visos de persecución, cuando primero los dejaron escapar.    

Si a esto le suma la cerrazon de los funcionarios del presidente Enrique Peña Nieto, alergicos a responder preguntas de los medios de comunicación, incluyendo los de bajo nivel que llegaron a los cargos para proteger a los corruptos, pretendiendo esconder o desvirtuar las pillerias, se complica un poco lograr información y es que la mayoria de los funcionarios desconcoen sus funciones y lejos de ayudar al desarrollo lo obstaculizan.

Las denuncias de ciudadanos y de medios han resultado gritos en el desierto, para todo tipo de autoridades, lo que en ocasiones lleva al desgano de quienes investigando en ocasiones o recibiendo informaciones privilegiadas de quienes han llegado al hartazgo de la corrupcion de sus jefes o compañeros de trabajo, hacen llegar a los medios, se tienen los elementos suficientes para difundir la información.

Por regla general, aquellos que delinquen, los que abusan o buscan beneficios a costa de otros que llegan a confiar en sus promociones, al no ser atendidos con la información que pretenden, se quejan y hasta consideran que los que escribimos somos sus enemigos, sin voltear a ver que ellos son sus propios verdugos por sus acciones.

Lo mismo sucede con los funcionarios que pretenden engañar o confundir a la opinión publica con informaciones inexactas que, cuando se desmenuzan, carecen de contenido alguno, aun cuando ellos pretendan ensalzar al presidente, al secretario, al gobernador o al alcalde.

Nosotros continuaremos igual, como hasta la fecha, porque preferimos tener la confianza de los patrocinadores y de nuestros lectores, sin importar los comentarios de quienes disienten de las opiniones publicadas y no estan de acuerdo con las informaciones que les llevamos en cada una de las ediciones, seguros de que permaneceremos vigentes.