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Limpieza y contaminación

Mexicali es una de las ciudades identificadas como de mayor contaminación ambiental y los esfuerzos de las autoridades para reducir ese flagelo para la salud de los habitantes de la capital de Baja California se ve disminuido por la irresponsabilidad de algunos empresarios y la apatía de una buena parte de la población que no ha entendido que la limpieza es fundamental para combatir la Rickettsia.
Ademas de la limpieza de viviendas y entorno, el aseo personal ocupa un importante lugar, al igual que la necesidad de fumigar de forma periódica sus hogares, tomando en cuenta que con este clima es más propensa la proliferación de las garrapatas, vector de la Rickettsia.
Por regla general, las familias de menores recursos económicos son las que suelen tener varios animales como mascotas que no son atendidos con vacunas, ni en las campañas públicas y gratuitas, no los bañan ni desparasitan, pero si protestan cuando la perrera levanta a los perros callejeros.
En cuanto a la contaminación se tienen versiones que la autoridad debería de investigar, en el sentido de que algunos de los grandes incendios ocurridos recientemente han sido intencionales.
Porque intencionales, simple y sencillamente porque a los empresarios involucrados les sale más barato pagar multas o hacer un donativo a bomberos, que mover los miles de toneladas de desperdicio -de la fundidora o de Zahori-  para llevarlos a confinamientos específicos.
Con un simple cerillo, los irresponsables empresarios desaparecen las toneladas de desperdicios que al ser consumidos por el fuego generan fuerte contaminación que no es medida por ninguna autoridad, por tanto no pasa nada.
En el caso de la planta para el impregnado de papel y cartón, así como la preparación de mulsiones asfálticas para techo, ahora se encuentra dentro de una zona densamente poblada, porque funcionarios gubernamentales autorizaron fraccionamientos aledaños, o regularizaron asentamientos irregulares.
Sin embargo, los efectos de la contaminación por la operación normal de la planta, desde hace años afecta a los residentes de fraccionamientos como el 27 de Septiembre, Villanova, Villafontana y hasta San Marcos, quienes además del olor a chapopote, en ocasiones tienen que barrer diminutas gotas o filamentos negros, como el chapopote.