Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Lo Extraordinario de lo Cotidiano

Vivir a la distancia

Por Gladys Villalobos

Cuando en una estructura o grupo, entiéndase familia, amigos, trabajo, uno de los integrantes se ausenta, deja de ser parte activa o fallece, se viene un movimiento que reajusta los vínculos, roles o dinámicas. El resultado puede ser alentador o distinto a lo esperado.

Lo asemejo a video juegos como Tetris, donde vas construyendo con bloques, un movimiento genera un impacto en todas las piezas, de forma directa o indirecta todos los involucrados reciben el efecto de este cambio o ausencia.

Lo observo ahora, tras seis años de vivir en la Ciudad de México, algunas de mis relaciones habituales que mantenía en Mexicali, donde nací y crecí, se han modificado. Ni mejor, ni peor, simplemente el hecho me permite actualizar a las personas, a mí misma y el tipo de vínculo que nos une a la fecha. Sin expectativa, dejando a un lado la emoción, simplemente son lo que son.

Vínculos de grupo, ese que se da con ciertas personas que difícilmente convivirás de forma individual; no existe comunicación uno a uno, solo en los chats de grupo, casi siempre en festejos decembrinos. Vínculos individuales, donde existe la comunicación, el interés y el gozo mutuo por la convivencia. Los vacacionistas, esas personas que solo desean saber cómo estoy cuando necesitan hospedaje durante su estancia en la ciudad. 

Los que preguntan por mi agenda en fecha específica para comprar un boleto de avión, visitarme e invertir tiempo en nuestra compañía. Los que tienen muchas ganas de verme pero sus agendas e imprevistos modifican sus planes. De todas ellas aprendo y las agradezco tal cual son, porque me revelan información que orientan mi tiempo, esfuerzo y consideraciones, sobre todo. Un aporte positivo de vivir a la distancia.

Otra experiencia personal al respecto es la muerte de mi madre. A casi 5 años, observo la evolución del duelo en mi y los miembros de mi familia. Cómo cada uno, desde sus posibilidades y necesidades a trascendido el dolor y reordenado su cotidianidad. Su ausencia evoca nostalgia y añoranza por lo que ya no será y eso es inevitable. Nuestra estructura también lo resintió y vive cambios, algunos que nos actualizan como seres humanos y como familia, que fortalecen nuestro vínculo; cambios que nos revelan de que estamos hecho. Los cambios también ponen a prueba los lazos.

La ausencia de una persona a veces nos lleva a voltear nuestra mirada hacia otro lado y construir nuevos vínculos. Así nació mi amistad con Brenda, una mujer tapatía, vecinas de oficina, a quienes el cambio nos regaló una amistad.

“Lo Extraordinario de lo Cotidiano”, un espacio donde cada día es un motivo. Valoro tu tiempo.

* Cachanilla de nacimiento, comunicóloga de profesión, amante del cuerpo por vocación. Crecí análoga, me convertí digital. Asesora en Comunicación, Redactora de Contenidos, Fotógrafa. Instructora 450PMA Pilates/ 200RYT Yoga. Mi sitio: gladysvillalobos.wordpress.com/ Contacto: [email protected]

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