Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

¿Qué falta?

Algo ha estado fallando a los hombres que han pasado por el gobierno de la república mexicana y es la realidad que vivimos los ciudadanos no coincide con las versiones oficiales.

Pero esto no es exclusivo de los presidentes de la república salidos del Partido Revolucionario Institucional, o de Acción Nacional, lo estamos observando con Andrés Manuel Lopez Obrador, esperanza de muchos mexicanos, incluyendo algunos que no votaron por él. 

Escépticos, una buena parte de los mexicanos, pero con la esperanza de la materialización de algunas de las promesas de cambio, por parte del candidato del Movimiento de Regeneración Nacional, conocieron el resultado del proceso electoral.  

Sin embargo, al paso del tiempo crece el escepticismo, porque si bien se observan cambios, no se perciben los supuestos beneficios de las acciones del nuevo presidente, quien da la impresión de ser dueño único de la verdad.

Niega o rechaza todo aquello que se le cuestiona y busca cualquier argumento para justificar su punto de vista.  

Para muchos mexicanos que en las aulas nos inculcaron el respeto a los soldados del Ejército Nacional, nos da tristeza observar, como de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, pasando por la Enrique Peña Nieto y hasta la actual, los delincuentes se mofan de ellos con la complacencia de los “Jefes Supremos” y la sumisión de sus mandos directos.

Cuando nuestros maestros nos ponderaban la admiración a los integrantes de las fuerzas armadas, jamás pensamos que algún día les viéramos rendidos ante una turba de delincuentes, menos entregar las armas, en aras de respeto a los derechos humanos.

¿Acaso nuestros soldados carecen de derechos humanos?

El presidente López Obrador rechaza toda observación, venga de donde venga y ha puesto oídos sordos a sus asesores, bajo el argumento de que él tiene otros números u otra información, como ha sucedido en las cuestiones económicas y de crecimiento.

Pero algo anda mal, porque no creemos que estén equivocados los directores del Banco Mundial y de Cooperación Internacional y Desarrollo de la Comisión Europea, cuando después de dialogar con el presidente, estén de acuerdo en que vamos bien.

¿Entonces qué es lo que nos falta para el bienestar se refleje en la población, tanto en economía, como en seguridad, combate a la corrupción y a la delincuencia?

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