Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Organización señores

¿Qué es lo que buscan los trigueros del valle de Mexicali?

¿Reestructura o cancelación de carteras vencidas?

Las cabezas de los grupos que han tratado este tema desde hace tiempo, no han logrado ponerse de acuerdo.

El problema principal que impide lograr un consenso para llevar una sola propuesta, es consecuencia de la carencia de un liderazgo real, autentico.

En la actualidad, cada individuo que participa en los diversos grupos se siente y actúa como si fuera líder y pretende imponer sus puntos de vista.

De otros solo se ve la mano que mece la cuna, no dan la cara y sienten que son los elegidos.

Entre las cosas que buscan los trigueros, están un buen precio en la cosecha y pago seguro.

Sin embargo, desde hace muchos años vienen ignorando los llamados a la organización, de parte de funcionarios, siendo los más recientes las del Dr. Víctor Manuel Villalobos y del presidente Andrés Manuel Lopez Obrador.

Que les dicho conseguirían con la organización, la compra de insumos por volumen a mejores precios, lo que les permitiría reducir el costo del cultivo, no solo trigo, sino algodón y otros. 

Al vender, la comercialización del grano también se podría realizar en volúmenes requeridos por los compradores nacionales e internacionales.

Harían a un lado la intermediación de los habilitadores como ventanillas de trámite, de la ahora SADER y/o ASERCA para el pago de apoyos y otros beneficios que, en el pasado han quedado como abono a cuentas alegres de los receptores de sus cosechas. 

Lo curioso de todo esto es que, una buena parte de quienes vienen reclamando justicia en lo que consideran abusos de los habilitadores y/o acopiadores del trigo, hablan de organizarse, pero invariablemente quieren que todos bailen al son que ellos quieren tocar.

En el valle de Mexicali se tienen ejemplos de organización, en el caso de los productores de hortalizas, pero también de trigueros y algodoneros, como los miembros de Cohermex, donde los socios se dedican a producir y han dejado en manos de un gerente la administración y la proyección de la empresa.

En la actualidad, además del despepite de algodón y el acopio de trigo, han diversificado actividades con valor agregado a sus cosechas, por lo cual es de admirarse la disciplina de sus integrantes dedicados a producir, mientras que su empresa comercializa y transforma.

Lo malo es que los funcionarios federales y estatales soslayan este tipo de agrupaciones e invariablemente muestran y presumen las empresas hortaliceras.  

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