Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Todos contra el negro

Sin duda alguna, las acciones emprendidas por el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, en el caso del combate al robo de combustible, identificado como guachicol, han tenido fallas en su estrategia, por falta de previsión en cuanto a las consecuencias inmediatas por el cierre de los ductos transportadores del combustible a los centros de distribución.   

Los más afectados por esta situación han sido los consumidores de combustibles de las zonas del centro del país donde en los últimos años se incrementó en forma considerable la ordeña de ductos mediante perforaciones, no rusticas, sino profesionales, con técnica perfecta y hasta con la instalación de mangueras a lo largo de varios kilómetros para despistar el robo.

Pero este robo no habría sido posible sin contar con la complicidad de funcionarios y/o trabajadores de Petróleos Mexicanos, incluyendo altos funcionarios y dirigentes sindicales que, o solaparon la sustracción del combustible o tuvieron participaron en las utilidades del ilícito.

Todo esto, es cierto, el robo fue creciendo en los sexenios Vicente Fox Quezada, de Felipe Calderón Hinojosa y se disparó con Enrique Peña Nieto, a pesar de las grandes reformas energéticas.

Los directamente afectados por la deficiencia en el suministro de combustible, tras la paralización de los ductos, han puesto el grito en el cielo y dentro de este esfuerzo de combate para la erradicación del robo, surgió el negocio de la reventa, en un mercado negro.

Pero lo que más llama la atención en todo este embrollo son las múltiples críticas de los expresidentes Fox Quezada y Calderón Hinojosa, que, calladitos se verían mejor que tratando de justificar el problema, en sus administraciones.

Se mencionan de 60 a 75 mil millones de pesos las utilidades de los guachicoleros que no son los pobladores de las zonas donde recogen combustibles con cubetas, a riesgo de sus propias vidas, sino los grandes empresarios comercializadores del ilícito material, entre los que seguramente se encuentran encumbrados funcionarios, financieros, transportistas, líderes sindicales, y otros muchos que arremeten contra la determinación del presidente Lopez Obrador. 

Lo que nos pareced ilógico es que el mismo jefe de la nación diga que borrón y cuenta nueva.

¿Acaso habrá un compromiso de impunidad para no afectar a los que por años se beneficiaron de los multimillonarios robos al patrimonio de la nación?   

El tiempo pondrá todo en su justa dimensión,

Esperemos

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