Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Autos chocolate 

No hace mucho tiempo, tras escuchar pronunciamientos de candidatos y candidatas a diversos cargos de elección popular, abanderados de distintos partidos y coaliciones, sobre la regularización de autos con estancia no legal en México y conocidos como “autos chocolate”, escribimos sobre acciones similares que no han contribuido terminar con el problema, por el contrario, lo alentaron.   

Vicente Fox habló de la regularización de 3 millones de unidades automotores, desconociéndose el total de las que dejaron de ser “chocolate” en esa ocasión.

Si bien es cierto que los “autos chocolate” cruzan la frontera hacia México, sin ningún problema, debido a que generalmente los tripulan sus propietarios o ciudadanos estadounidenses o emigrados, como cualquier turista que llega a la franja fronteriza.

Ya en México adquieren la condición de “chocolate”, cuando les colocan placas de los dos, tres o más organismos que venden protección efectiva que, representa un multimillonario negocio para los dueños y encargados de la administración.

Esto porque ni las autoridades aduanales, ni las de hacienda o de los gobiernos estatales o municipales, hacen nada para evitar su circulación, aun cuando violan leyes y reglamentos que la gran mayoría de los automovilistas cumplen, pagando los impuestos correspondientes.

Hay mundanas versiones de que, el negocio, no es de los ofertantes de protección mediante la entrega de placas con logotipo de la agrupación que representan, sino de altos funcionarios de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, de ahí la omisión de las autoridades aduanales para proceder a decomisarlos.

Pero el acabose, o el colmo para la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y los titulares de las asociaciones que representan al sector de vehículos ligeros, fue la propuesta del candidato José Antonio Meade de regularizar los autos chocolate, quienes enviaron una carta al Secretario de Hacienda, José Antonio Sánchez Anaya, en donde manifiestan su desacuerdo

Le indicaron que el planteamiento de Meade “apremia la ilegalidad” y “Manifestamos nuestro absoluto rechazo a toda manifestación que pretenda remover, apremiar y materializar la ilegalidad, ya que se trata de vehículos que no pagan impuestos, que su estancia en el País es ilegal, y son vehículos que tendrían que ser embargados por las autoridades federales o la estatal bajo los acuerdos de coordinación firmados entre ambos”

Más claro, ni el agua de manantial.

Pero si a esto le agrega la corrupción y la complicidad de integrantes del Poder Judicial de la Federación, con importadores y comercializadores de vehículos que, o encontraron una rendija legal para vulnerar las disposiciones de la Secretaria de Hacienda en materia de importación de vehículos, o la conocían desde antes de que se estableciera.

Por años, unos cuantos a lo largo de la frontera y en las aduanas interiores, tuvieron el beneficio de la importación de vehículos en forma exclusiva, con grandes utilidades.

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