Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Entre Los Surcos…

Trigueros y auto engaño

Las mismas caras, los mismos reclamos, las mismas respuestas, pero los hechos no se consuman, los ofrecimientos no llegan, los compromisos no se cumplen y las aspiraciones del presidente Enrique Peña Nieto para mejorar las condiciones económicas de los productores agrícolas solo son buenos deseos en el caso de los productores de trigo del valle de Mexicali.
Lo que nos llama la atención es la serie de movimientos de integrantes del Sistema Producto y del Comité Estatal de Productores de Trigo, tanto dentro del estado como viajes a la ciudad de México, gastando combustible, boletos peajes y alimentos que, conociendo los apoyos oficiales, no son suficientes para cubrir esos gastos.
Podrimos pensar que el patrocinio tiene un interés político, a juzgar por la reunión convocada por Nancy Guadalupe Sanchez Arredondo, al valle de Guadalupe para dialogar con el Secretario de Agricultura, Jose Calzada Rovirosa, con la cúpula priista, sin contar que el gobernador Francisco Vega de Lamadrid seria invitado al desayuno en El Cielo.
Paralelamente a la gestoría o reclamo, como usted quiera llamarle, productores del cereal le entraron a la pillería como único camino para enfrentar la voracidad de los habilitadores acopiadores que dan la impresión de pretender terminar con la “gallina de los huevos de oro”, por los bajos precios que pagan y por los descuentos que aplican.
Frente a esta voracidad, los trigueros encuentran dos o tres compradores que pagan 4 mil 100 pesos, dicen en efectivo y sin factura, sin aplicar ningún descuento, situación que aprovechan corriendo todos los riesgos que ello les pueda implicar, aun cuando cubran el monto del crédito recibido por el habilitador o acopiador.
Lo grave de todo esto es que los agricultores también están matando la misma gallina, porque los compradores que les pagan bien, no tienen planes o programas de financiamiento y los habilitadores tradicionales están elaborando una lista negra de productores incumplidos en sus compromisos.
Así las cosas, los trigueros continúan al garete, como ha ocurrido desde hace años, saben que no hay recursos, pero se auto engañan pensando que del erario saldrán recursos económicos para salvarlos, lo que no ocurrirá.
Señores, no queda otra, organícense.

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