Semanario El Pionero

Expresión de Mexicali y su Valle

Editorial…

Día mundial de la leche, pero…

En el año del 2001, la FAO instauró la celebración del día mundial de la leche, siendo el uno de junio de ese año, la primera ocasión de ese festejo por ese “nutritivo alimento”.

Sobre la leche, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación refiere: “La leche es la secreción natural de las glándulas mamarias que tienen los mamíferos, para alimentar a sus crías, sin embargo, existen algunas especies especialmente dedicadas a la producción de leche para consumo humano, la más común es la leche de vaca, pero también están las de cabra, oveja, yegua, camella, burra, incluso la leche de tejón y foca son aptas para la utilización del hombre”.

“La leche más consumida a nivel mundial es la de vaca con un 83 por ciento más que las antes mencionadas, pero ¿cómo se hizo tan popular? En México, a principios del siglo XIX, la gente bebía la leche producida en granjas y rancherías cercanas a su domicilio, pero gracias al desarrollo del ferrocarril, la leche estuvo a disposición de mucha más gente, convirtiéndolas así en la más consumida y demandada”.

“Hoy por hoy México se coloca como el noveno productor de leche a escala mundial, y Jalisco es el líder nacional con una aportación de más de dos mil millones de litros”. “En aquellos tiempos, la calidad de la leche era a veces muy pobre y podía estar contaminada con bacterias que causaban enfermedades, lo que se solucionó con la llegada del proceso de pasteurización y la estandarización, pues con ellos se logra obtener una leche de mucha calidad y con menor riesgo para la salud”.

“La leche es un alimento casi completo, pues cuenta con nueve nutrientes básicos: Calcio, proteína, potasio, fósforo, vitaminas D, B12, A, B2 (Riboflavina) y Niacina, en su composición también se encuentran grasa animal, lactosa, minerales y agua”.

“La riqueza de la leche está en sus proteínas que brindan energía y la hacen un alimento básico en la etapa infantil, aunque también resulta saludable su consumo en otras etapas de la vida”.                                                                                                                                 “La calidad de la leche mexicana nace en el campo, con las pasturas que alimentan a las vacas, con los lecheros y veterinarios que cuidan del ganado, de ahí se traslada a las plantas procesadoras y supermercados, llegando finalmente hasta la mesa de los consumidores que pueden disfrutar de un alimento sano e inocuo”.

Curiosamente, un día antes de la fecha de la conmemoración oficial del Día Mundial de la Leche, el doctor Fernando Barona Sobrino, presidente del Consejo Estatal de Productores de Leche de Baja California, hablo ante el Secretario de Agricultura, Jose Eduardo Calzada Rovirosa, de un fraude comercial que afecta a los productores de leche, en lo económico y engaña a la población consumidora, por falta de una norma oficial que establezca parámetros de calidad y sanidad. 

Esto en el Museo del Vino, en el Valle de Guadalupe, donde se reunieron los productores del sector primario con el titular de la Sagarpa y el gobernador Francisco Vega de Lamadrid.

Habló de los Yogurt y del queso comercializado en mercados, donde el consumidor los compra con la creencia que está adquiriendo un producto con un  adecuado contenido de leche de vaca, cuando en el primero, su contenido no llega a un mínimo del 65 %  de leche y en el caso de los quesos, no llega al 95 %.

Pero no solo eso, dijo al titular de la Sagarpa que en Baja California existe un desorden absoluto en el mercado de los lácteos, porque muchos de ellos se venden como producto de leche, cuando en realidad son formulas carentes de los nutrientes que se tienen en la leche.

Los consumidores, en ocasiones los compran por el precio muy inferior, sin tomar en consideración la ausencia de los nutrientes que se supone tienen.

Pidió trabajar en una norma, estatal o federal donde se obligue la diferenciación de los contenidos de los productos y las fórmulas lácteas no sean comercializadas junto a la leche, ni a los productos que si están elaborados con ella, independientemente de que se incluya la prohibición a utilizar la palabra leche, cuando se trata de fórmulas. 

Con este tipo de acciones se podría fortalecer la producción de leche en Baja California y al mismo tiempo amarrar las cadenas productivas con quienes producen forrajes diversos en el valle de Mexicali, incluyendo sudan, alfalfa, maíz, cebada o trigo.

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