La incontinencia urinaria es la emisión involuntaria de orina que sucede después de que el niño ya aprendió a controlar los esfínteres, explicó el doctor David Abraham Fabián Encarnación director de la Unidad de Medicina Familiar (UMF) número 25 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Ensenada.
Señaló que las causas varían dependiendo si ocurren durante el día o la noche. La nocturna en la mayoría de los casos no es resultado de un trastorno médico, sino de una combinación de factores como retraso del desarrollo, control de esfínteres incompleto, ingerir demasiados líquidos antes de acostarse y antecedentes familiares.
En la diurna las causas más habituales son vejiga irritada -a causa de una infección urinaria-, reflujo uretrovaginal –ocurre en las niñas que orinan en una posición incorrecta-, anomalías anatómicas y debilidad del esfínter urinario.
Advirtió que en los menores hay ciertos signos y características que son motivo de preocupación: sed en demasía, volumen excesivo de orina y/o pérdida de peso, causas psicológicas, signos de anomalía de la columna vertebral y daños neurológicos.
Fabián Encarnación, dijo que el tratamiento depende de la causa. Si se presenta por una infección suele tratarse con antibióticos; mientras que en los niños con defectos congénitos o anomalías anatómicas, probablemente necesiten cirugía. La mayoría dejan de orinarse sin tratamiento alguno a medida que van creciendo.
Asimismo, recomendó a los padres una serie de pautas que ayudan a solucionar esta afección; evitar regaños por orinarse en la cama, motivar el autoestima del menor, y no retirar el pañal antes de los dos años ni alargar su uso más allá de los tres.
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